Entre las opciones suenan preferencias por los perros, gatos, conejos, peces y últimamente una bastante singular: los aclamados cerdos minipig… ¡Bueno! sin citar a algunos excéntricos, quienes prefieren un pato, un pollo, una cabra, una serpiente, entre otros. En resumen una mascota lo cambia todo, al punto que se convierte en un integrante más de la familia.
¿POR QUÉ LA GENTE QUIERE TENER UNA MASCOTA EN EL HOGAR?
Es realmente fascinante realizar todos los preparativos para la llegada de una mascota. Desde escoger el nombre, las compras de accesorios, juguetes, cobijas, implementos de aseo, gimnasios, prendas. Así como, leer las tablas nutricionales de los alimentos que le proporcionaremos, hasta la asignación de las tareas de cada uno de los integrantes de la familia. Todas ellas correspondientes al aseo de ese nuevo habitante de casa.
Sin embargo, existe una serie de acontecimientos, no tan gratos, vinculados a la llegada de una mascota en el hogar. Por ejemplo: encontramos muebles destrozados, cojines arañados, el sofá manchado porque olvidaron su hueso de carnaza salivado. Y eso sin mencionar que, en muchos casos, especialmente, los perros, gatos y cerdos, tienden a tomar las sillas de la sala como lugar predilecto para hacer sus necesidades fisiológicas. Esto sucede mientras les enseñamos a hacerlas en el sitio adecuado. Y así, poco a poco la convivencia con nuestros nuevos amigos empieza a tornarse no tan agradable. De tal manera que, empezamos a buscar soluciones, algunas asertivas, otras no tanto. Como también algunas otras que nos llenan de frustración.

¿DA FRUSTRACIÓN?
Sí, para explicarlo vale la pena citar una situación que es más común de lo que imaginamos: aquella donde tenemos que recurrir a una aburrida y desatinada manta, para cubrir nuestro bello sofá y sillas en general, las cuales su color, materialidad y textura, fueron cuidadosamente escogidos para que complementaran el espacio haciendo contraste con el tapete, los cuadros y el resto de accesorios de la decoración. Pero todo sea por proteger nuestros muebles. Eso si, sin privar de comodidades a nuestras mascotas.
Otras situaciones son aquellas donde tomamos decisiones poco asertivas y terminamos delimitando el acceso de las mascotas a ciertas áreas de la casa, haciéndoles sentir como si fuesen invasores.

Para evitar tomar decisiones que nos hagan sentir culpables, inconformes y además que perjudiquen la vida de nuestras mascotas, es importante conocer que actualmente se han desarrollado textiles que facilitan el mantenimiento de nuestros muebles. Pide a tu decorador que utilice textiles de Lafayette Deco como fidenza y lucerna, que repelen líquidos y salpicaduras accidentales. Por lo tanto, éstos pueden ser limpiados y despercudidos fácilmente con líquidos para muebles.
Por otra parte, también puedes utilizar textiles como microsuede y leia cuya tecnología hace que su textura sea amigable con la llegada de la mascota en el hogar, al evitar el enganche de las uñas.
Sin embargo, existe una serie de acontecimientos, no tan gratos, vinculados a la llegada de una mascota en el hogar. Por ejemplo: encontramos muebles destrozados, cojines arañados, el sofá manchado porque olvidaron su hueso de carnaza salivado. Y eso sin mencionar que, en muchos casos, especialmente, los perros, gatos y cerdos, tienden a tomar las sillas de la sala como lugar predilecto para hacer sus necesidades fisiológicas. Esto sucede mientras les enseñamos a hacerlas en el sitio adecuado. Y así, poco a poco la convivencia con nuestros nuevos amigos empieza a tornarse no tan agradable. De tal manera que, empezamos a buscar soluciones, algunas asertivas, otras no tanto. Como también algunas otras que nos llenan de frustración.
